Jesús y el amor del Padre
»Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
»Porque
tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo *unigénito, para que todo el
que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. El
que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado
por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. Ésta
es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la
*humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran
perversos. Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios. Juan 3:14-21 NVI
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